La carga eléctrica es una propiedad
física de la materia que provoca que una partícula experimente una
fuerza cuando se encuentra cercana a otra partícula cargada eléctricamente.
La palabra electricidad proviene del griego
“elektron”, que significa “ámbar”. Desde el año 600 antes de Cristo,
los griegos ya hacían experimentación frotando una resina de árbol llamada
“ambar” generando electrostática.
Hacia el año 1600 de nuestra era que se
reiniciaron los estudios acerca del magnetismo y
la electricidad estática, viendo a la electricidad sólo como un fluido hasta
los años 1700s cuando a inicios de este siglo comenzó a experimentarse con
formas de transmisión y almacenamiento de esta energía a través de
“capacitores”.
En 1752, Benjamin Franklin probó
con su experimento del “cometa” que los rayos de las tormentas eran electricidad
en la naturaleza, presentando también la idea que la electricidad tenía
elementos de carga positiva y negativa y que la electricidad fluía de
positivo a negativo.
Hacia finales del siglo 19 la ciencia
avanzaba a pasos impresionantes, sin embargo la electricidad era vista como
algo divino. Los automóviles y los aviones se desarrollaban para
mover al mundo y la electricidad se abría paso en los hogares, pero fue hasta
1897 cuando los científicos descubrieron la existencia de los electrones, dando
paso al uso de la electricidad moderna.
El universo está compuesto
de materia y energía. La carga electromagnética es una propiedad
fundamental de la materia que podría decirse es una consecuencia del movimiento
o energía contenida en las mismas partículas, esto se puede deducir
porque por ejemplo, en materiales ordinarios el magnetismo
está relacionado con la orientación de los electrones.
Una partícula con carga electromagnética genera
un campo eléctrico y un campo magnético, que se miden en fotones de luz,
provocando repulsión o atracción a otras partículas con carga eléctrica,
que es “proporcional al producto de sus cargas e inversamente proporcional al
cuadrado de las distancias entre ellos”.
Las partículas de materia “se
comunica” entre sí a través de bosones de energíaemitiéndolos (perdiendo
energía) o absorbiéndolos (energizándose).
Se identifican actualmente dos sentidos de
la carga, usándose los términos “positivo” y “negativo” para
referirse al sentido de la carga únicamente para diferenciarlos,
estableciendo una polaridad.
El campo eléctrico se encuentra en
función de la carga de una partícula o sustancia.
Normalmente la carga eléctrica es
indicada como una fuerza que circunda a una partícula cargada eléctricamente y
que se ejerce en objetos eléctricamente cargados. El campo eléctrico se
identifica como un campo vectorial medido por Newtons por coloumb, o
volts por metro.
Una partícula con carga definida
siempre conservará la misma carga. En otras palabras,
la carga eléctrica total de un sistema aislado permanecerá constante
sin importar los cambios que el sistema experimente.
La magnitud del campo en un punto determinado
está definido por la fuerza que ejercería en una carga positiva de 1
columbio y la dirección está definida por la dirección de la fuerza.
Si un campo eléctrico cambia con el tiempo,
influirá al campo magnético, por lo que se considera que ambos campos forman
parte del concepto de electromagnetismo.
La materia cargada eléctricamente produce un
campo electromagnético que afecta a otras sustancias, atrayéndolas o
repeliéndolas dependiendo del sentido de su polaridad.
Un ion es un átomo o grupo de átomos que ha
perdido uno o más electrones, teniendo una carga positiva (catión) o
que ha ganado uno o más electrones, emitiendo una carga negativa.
En la formación de objetos macroscópicos,
usualmente los átomos constituyentes y los iones se combinarán para formar
estructuras compuestas de compuestos ionizados eléctricamente unidos a átomos
neutrales. La carga eléctrica de un átomo, una molécula o un
objeto es la suma de cargas eléctricas de las partículas que lo conforman.
La carga neta de un objeto
usualmente es pequeña pues la materia constituida de átomos usualmente tiene
igual número de protones y electrones.
Incluso si la carga eléctrica neta
de un objeto es cero, ésta puede estar distribuida no uniformemente en el
objeto. En este caso, el objeto está polarizado.
Los fenómenos de electricidad se
pueden clasificar en dos tipos principalmente: electricidad estática y
corriente eléctrica.
La electricidad estática consiste básicamente
al comportamiento de las cargas eléctricas cuando están descansando (la
diferencia neta de sus cargas). Al movimiento de electrones en
materiales conductores en una dirección específica se le conoce como “corriente
eléctrica.”
La corriente eléctrica es la medición del
flujo de cargas por una unidad de tiempo, que recorre un material o circuito y
que se debe al movimiento de electrones dentro de un material. Depende de la
resistencia y el voltaje.
El flujo de la electricidad se expresa en
culombios por segundo, que comúnmente se llama Amperes.1 Ampere es igual a
seis mil trescientos billones de electrones por segundo fluyendo por
el conductorde dicho circuito.
Cuando un electrón es energizado, su
movimiento será mayor, por lo que es posible que requiera más espacio y se
desplace fuera de su órbita habitual, debilitando su interacción natural con el
átomo.
Quizá la energía sea tal, que el electrón
abandone a su átomo original, desplazándose a otro átomo donde es posible que
coincida con otro electrón, también con carga negativa, por lo que
ocurrirá un “choque de campos electromagnéticos”.
El electrón entrante, por estar más
energizado, transferirá un fotón de energía cinética al electrón
menos energizado, perdiendo energía cinética pero ocupando el lugar del “nuevo
electrón” que al ser energizado, aumentará su movimiento y su necesidad de
espacio, y de manera sucesiva generando una reacción en cadena hacia el
siguiente átomo.
Los electrones siempre conservarán
su carga. La electricidad entonces es la transferencia de energía entre
electrones. A medida que esta transferencia de energía ocurre a través de un
material existe una posibilidad de pérdida de energía por radiación,
en fonones de calor.
Cuando las fuerzas que unen a un electrón a
un átomo o molécula son débiles, y los electrones pueden transferir fácilmente
su energía cinética a los existentes y desplazarlos, se dice que la partícula o
el material es conductor, por ejemplo, los metales. Si estas fuerzas no
permiten la interacción entre electrones, se dice que la materia es “aislante”
o que se trata de una “resistencia eléctrica“, por ejemplo una resina,
un vidrio o un pedazo de madera.
La velocidad de la electricidad por
conducción depende de la densidad y volumen de la materia, así como
del voltaje. Para un voltaje de 110 V, la velocidad es de 6,216
kilómetros por segundo, que es mucho menor que la velocidad de la luz. Un
alto voltaje significa un flujo más rápido de energía en el material.
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